Agenda tu sesión de claridad

En esta sesión de claridad vamos a :

un camino más que comprobado

COMO TÚ OTRAS PERSONAS YA HAN PASADO POR AQUÍ

SARAY

De la ansiedad por la comida a disfrutar cada bocado con paz

Saray vivía atrapada en un bucle de atracones y culpa. Cada vez que rompía una "dieta perfecta", se decía a sí misma: "Ya que he fallado, lo hago a lo grande."

Hoy, Saray ha aprendido a escuchar su cuerpo, disfrutar de la comida sin ansiedad y romper el ciclo de atracones. Ahora, cada bocado es una elección consciente y libre de culpa. ✨

ELENA

De vivir en automático a dominar mi tiempo y la comida

Elena ya no ha vuelto a tener atracones, dejó de ver la comida como “tengo que comer esto para adelgazar” a “si me como esto me hará sentirme mejor y con más energía”. Eliminando la culpa y el machaque mental.

bea

De la culpa tras los atracones a disfrutar sin miedo

Bea transformó su relación con la comida y dejó de caer en el ciclo de restricciones y atracones. Pasó de vivir con culpa y miedo a disfrutar de cada comida con libertad y equilibrio. Ahora está en paz con su cuerpo y se siente preparada para afrontar una nueva etapa en su vida como madre con confianza.

ROCÍO

De llorar al espejo a mirarse con amor

Rocío dejó atrás los atracones emocionales y la culpa constante. Pasó de usar la comida como escape a disfrutar de cada bocado con tranquilidad, reconectando con su cuerpo y con ella misma. Ahora se mira al espejo con amor y seguridad, sin sentirse limitada por sus pensamientos.

COTI

Ha salido de un TCA de muchos años

Coti pasó de sentirse atrapada en su cuerpo, evitando verse al espejo y usando la comida como consuelo, a priorizarse y cuidarse de forma constante. Ha aprendido a escuchar su cuerpo, disfrutar de la comida sin culpa y transformó su vida perdiendo 19 kg, junto con un armario completamente renovado. Ahora se siente segura y llena de energía.

LLÚCIA

De comer por emociones a disfrutar cada bocado

Llúcia dejó atrás el ciclo de comer dulce para sanar sus emociones y aprendió a priorizarse sin culpa. Ahora domina los atracones, es consciente de sus decisiones y disfruta de cada bocado como parte de un equilibrio físico y mental. Ha transformado su relación con la comida y su bienestar emocional.

ESTÍVALIZ

De comer por estrés a encontrar equilibrio y paz con la comida

Estívaliz vivía en piloto automático, comiendo por impulso cada vez que el estrés la sobrepasaba. Las prisas y el caos diario la alejaban de sus propios cuidados.

Hoy, ha aprendido a planificar sus comidas, reducir el estrés y escuchar su cuerpo. Ahora, la comida ya no es una vía de escape, sino una herramienta para sentirse bien cada día.

ANABEL

De vivir obsesionada con las dietas a disfrutar de su cuerpo y la comida

Anabel pasó de restringirse constantemente y vivir en un ciclo de dietas y rebotes a encontrar un equilibrio real. Ahora disfruta de las comidas, incluso en Navidad, sin miedo a engordar, sin ansiedad y con una relación basada en el respeto hacia su cuerpo y la comida.

alberto

Ha alcanzado el equilibrio entre la comida y la mente

Alberto dejó atrás un estilo de vida sedentario que lo había llevado a sentirse fuera del dominio con su alimentación. Aprendió a dedicar tiempo a sí mismo, a escuchar su cuerpo y a mejorar su relación con la comida sin obsesiones. Hoy se siente más saludable, enérgico y orgulloso de su transformación física y mental.

SELENA

De los atracones y la culpa a la libertad con la comida

Selena estaba atrapada en un ciclo de atracones, culpa y restricción. Vivía con la sensación de que nunca podría salir de ese bucle y que la comida siempre sería su enemiga.

Hoy, ha aprendido a escucharse, dejar atrás el perfeccionismo y disfrutar de cada comida sin miedo ni culpa. Ahora vive en equilibrio, con paz mental y confianza en sí misma.

ANABEL

De comer para llenar vacíos a mirarme y sonreír

Anabel solía refugiarse en la comida cuando tenía un mal día. Las lágrimas en los probadores y la comparación constante con los demás la llenaban de frustración y tristeza.

Hoy, ha aprendido a escuchar sus emociones, a disfrutar de la comida sin culpa y a cuidarse desde el amor. Ahora se mira al espejo y sonríe, porque ve reflejada a la mujer fuerte y segura que siempre fue.

THAIS

De obsesionarme con el peso a disfrutar de mi cuerpo

Thais pasó años atrapada en dietas extremas y ciclos de restricción seguidos de atracones. Creció creyendo que su valor dependía de su tamaño y peso. Pero todo cambió cuando dejó de ver la báscula como su único juez. Aprendió a centrarse en sus hábitos, en cómo se siente su cuerpo y en disfrutar de cada paso del camino. Hoy, Thais vive sin culpa, sin obsesiones y con una relación sana y respetuosa con su cuerpo y la comida.

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